A mi nunca me han gustado los gatos, de echo de pequeña siempre les tenía miedo.
Hasta una vez me encontré uno negro en el cementerio. ¿ Qué extraño verdad?
Por mi diediocho cumpleaños, Juankar un amigo mío desde pequeña me regaló un gato blanco.
Los ojos eran verdes y me miraba desilusionado.
-¡¡¡Qué mono!!!-dije al verlo.
Juankar se alegró de que me gustara.
-¡Te lo mereces!-me dijo- lo encontré abandonado y pensé que te haría compañía, después de la escapada de tu pájaro...
-Gracias-le dije y le di dos besos-eres un buen amigo.
A mi fiesta llegó David otro de mis mejores amigos, al verme me dijo:
-Vaya, ¡¡¡Estás radiante, que guapa estás!!!
-Lo mismo digo, ven-le dije con una sonrisa en la boca-Está aquí Juankar.
David se alegró de mi compañía y de la de Juankar.
Los tres estuvimos hablando y no nos dimos cuenta de que el gato se había marchado.
-¿Dónde está el gato que me regaló Juankar?-dije preocupada
Pero no lo encontré por ninguna parte.
Al día siguiente a las 11, yo estaba agotada, me quedé hasta las 6 de la mañana.
David me llamó:
-¿ Dónde está el gato?
-No sé-le dije dormida.
-¿ Estás bien?- me preguntó asustado.
-No he podido dormir.
Así que colgué un anuncio con la foto del gato,con la intención de que volviera y encontrarlo.
Un día una señora, yo estaba con David y Juankar vino a visitarnos, me enseñó el cartel.
-¿ Cómo has localizado a mi gato?
-Disculpe, Juankar me lo regaló, es mío.
-No,no y no-se puso histérica, me agarró con fuerza-no es tuyo, es de Satán-los ojos se la pusieron rojos.
Pegué un grito y no me desmayé porque David me sostuvo:
-eiii
La mujer desapareció, no he vuelto a saber de ella ni tampoco del gato que me regaló Juankar
No hay comentarios:
Publicar un comentario