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Centro del mirar es un blog de poesía dedicado a fans del arte de la poesía y cuya motivación de paso a los más creativos.

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lunes, 27 de septiembre de 2010

Deep inside

El sol empieza a caer a media tarde.
Pongo las maletas en el asiento trasero.
Repaso el mapa de carreteras.
Ahora llegas tú, medio dormida, vas sin pintar, sin arreglar, rota por la noche pasada.
El sol asciende por la colina y lentamente te sientas completamente desnuda.
Te observo y el tiempo parece que no quiere volver a ser el mismo.
Lentamente, te quedas dormida.
El calor del coche nos lleva profundamente adentro.
La nieve y el viento bandolean el coche.
Quiero perderme en todos los proyectos.
El coche va bajando colinas abajo, el paisaje va cambiando.
Quiero viajar al sur de todos los proyectos.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Ruta

Arriba, dormían. Les oía respirar.
Abajo, reían. Sus carcajadas resonaban en la oscuridad.
¿Qué más daría abajo o arriba?
Desperté, y no andaba, ya no.
Solo podía esperar el regreso de mi guía.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El sueño eterno

Aquella vez se me hizo largo el viaje,
no era el momento adecuado y apenas si intenté convencerme de que lo que me estaba pasando era real.

Cuando sin querer, pasó junto a mi lado, el muchacho más guapo que jamás había visto.
Como la intuición femenina, mi mirada le observó de arriba a abajo.
Recorrí las hermosas curvas, y una sensación de seguridad y confianza pasó junto a mi lado.
Pasó la idea de acercarme y preguntar pero no me sentía demasiado segura de todo eso.
Sin darme cuenta, deslizé mis manos sobre mis piernas las cuales en ese momento cruzé sin quererlo.
El tiempo pareció ser eterno.
Y él se echó a andar por medio del pasillo y levantó la mano señalando el lugar donde me encontraba.
Y ahí me quedé, sin ganas y sin fuerza.
Perdí la noción del tiempo.
Y una serie de imagenes se sucedieron y pasaron por mi cabeza.
Algo dejó de aturdirme.
Y él con una sonrisa de oreja a oreja se acercó y me dio un beso en la mejilla.
El color de mis mejillas adquirió un tono rosado.
Y el se echó a reir.

Desperté, y todo parecía haber sido real.
De repente, él se asomó desde el asiento delantero y me sonrió.
En ese momento, supe que a veces la vida da demasiadas vueltas y todas ellas llevan al mismo lugar.

lunes, 13 de septiembre de 2010

New York

Pasó junto a mi, una señora poco mayor y muy a lo moderno.
Cruzé altos edificios y llegué a la vía principal.
Miré el suelo y este estaba destrozado.
El pánico había arruinado las calles de Nueva York.
Ventanas rotas, personas corriendo y una alta figura de humo y fuego se alzaba sobre una de las torres gemelas.
Yo sin volver la cabeza,
noté el dolor en los corazones,
la sangre derramada y la angustia compartida.

Me ahogaba y el dolor dentro de mi saltó en lágrimas.
Me desmayé mientras todo se oscurecía y ocurría.
Era aquel tiempo en el cual,
salvé la vida de personas inocentes,
y me quedé con aquellos que por el accidente no habían sobrevivido.
Y a los cuales no se les encontró con vida.

Este momento fue muy importante para mi porque descubrí que era alguien más de carne y hueso, alguien muy especial, alguien que sobrevivió pero ayudó a salvar a personas inocentes.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Vestido rojo

Lentamente, deslizé mi dedo por la frente y borré el resto de las arrugas.
Borré los restos del maquillaje,
del sudor del ejercicio al que sin quererlo habia sido obligada, a hacerlo.
Había elegido el color verdoso,
para la noche de fiestas y agradables compañías.

Oí el rubor de una autopista,
cuando un camión pasó a gran velocidad y sin control.

Me encantaba el sonido lejano pero cercano de los buhoneros de un mercadillo popular.
Me asusté cuando llamaron al timbre,
no me lo esperaba y había evitado ser reconocida las últimas semanas.
Quería vivir sola, tranquila y sin preocuparme, si madrugaba o no.
Me preparé de vestido rojo,
la ocasión era especial.
Te invité a pasar y sin pensarlo tomamos una copa ante la luz clara de la luna.

Hablamos y el tiempo
deseó ser reconocido
en ese momento.

Recordé los días lejanos y felices.
Afuera llovía y recordé el momento más feliz de mi vida,
el momento de mi alegría.