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Centro del mirar es un blog de poesía dedicado a fans del arte de la poesía y cuya motivación de paso a los más creativos.

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lunes, 29 de agosto de 2011

Páginas


Esta emisión va dedicada a los libros; al placer de leer que algunos nos otorga la más gratitud y por supuesto nuestros pensamientos, sentimientos,emociones...en las próximas emisiones dedicaré a Nueva York ciudad donde perdieron la vida desgraciadamente miles de personas y a otras cuidades que me apasionan, en todos los sentidos: la cultura, la maravillosa idea de viajar...el apartado dedicado a Nueva York irá dirigido a todos aquellos que perdieron a alguien el día de las Torres Gemelas o a aquellos que sufrieron y aún viven o a aquellos que perdieron la vida...en fin, a todos aquellos/as que ese día sufrieron las terribles consecuencias de el atentado. Dedicaré las próximas emisiones, como digo, a ciudades, que me han enamorado o que sueño con que algún día pueda visitarlas o que ya he visitado, espero que la emisión de los libros os guste y que sigáis leyendo, queridos lectores ;)

Cuando un libro se abre
pparece que está allí la madrugada
- con la memoria escrita y las penumbras-
dando gozo al vivir; al mundo, al olvido
pero tú, con el mágico celo que se otorga a la dicha,
bien sabes ocultar cuando de ti es tan sólo.
Y el silencio, la oscuridad,
lugares son en que apoyar la mano
con pesadumbre igual-con igual mansedumbre-
a la que el cuerpo amado exige
y no merece.
Vuelve sobre estos libros de ahora
cuando el tiempo trancurra:
si la nieblla decrece, quedan sombras
y en las páginas quedan, como un cáliz muy blanco,
un mundo que se olvida y rehace
sobre un labio inseguro.

Y rresérvale un lugar al paraíso
que desde ahora elevas
para ver, pasada nuestra edad, la muerte coronada
ssobre la mano que para ti escribió cuanto era suyo.

Diario de dos. Beth Rodergas. Otra realidad 2003


miércoles, 24 de agosto de 2011

Paseo marítimo


Hola!! como hace unos días prometí, hago un homenaje al mar, a mi pasión por el mar ; una buena copa de vino blanco, unas sardinitas a la plancha, unas buenas vistas, un baño en el mar, un paseo por las rocas... Sé que a algún amigo mío comparte conmigo la misma pasión, os dejo un poema dedicado al mar, aunque la canción no habla mucho del mar, la letra y la música son maravillosas, espero que os guste.

Pasaban los lentos galeones entre la niebla baja de la costa con los cofres llenos de oro falso del futuro, y había un mercado negro para el oro falso en mi corazón, que imaginaba lejanos territorios de fortuna más allá de esta sombra: la nostalgia de la tierra ignorada, en la que altivos bucaneros brindaban por la muerte, y cantaban canciones, y eso era la vida.

En el paseo marítimo desploma su fulgor arificioso.
El tiempo fugitivo lleva ya su disfraz de delincuente.
Mira con qué alado rigor nos abandona, dejándonos aquí,
en esta balaustrada del paseo recordando los lentos galeones que partían con los tesoros falsos del futuro.
Canción: Morlough Shore. The Corrs.

miércoles, 17 de agosto de 2011

La lluvia



¡Hola a todos! durante todos estos largos meses he estado publicando poemas, aunque con descansos muy largos, que me han emocionado, digamos en cierto sentido, me han conmovido, hoy os ofrezco como tema principal la lluvia, personalmente, me apasiona, y me parece relajante y muy emotiva, así, el texto habla del tema principal la lluvia y la canción que os ofrezco habla de la lluvia, desde una prespectiva más profunda, y más intimista. Bueno, creo que sois vosotros los que deberéis opinar.



Un saludo. Feliz Agosto.












La lluvia sobre el vendedor que anuda su corbata antes de salir de casa. La lluvia sobre la visera verde del taller donde unas chicas flirtean con el mecánico de un joven que se tatuó un as de corazones en el brazo. La lluvia sobre el carro de la compra, legumbres, tomate, porciones de merluza congelada. La lluvia sobre los cristales de la unidad de cuidados intensivos. La lluvia sobre los cristales progresivos de mi padre, que me llama por teléfono preocupado por mi situación laboral. La lluvia sobre el vendedor que conduce despacio su automóvil. Que solo piensa en desparecer, al menos, por un tiempo. Cambiar de ciudad, alquilar un pequeño apartamento. Comprar un teléfono móvil, empezar de nuevo.






Canción:



- Rain. The Corrs.

domingo, 14 de agosto de 2011

Ciudad sin sueño



No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.



No duerme nadie.



Las criaturas de la luna huelen y rondan las cabañas.



Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan



y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas



al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.






No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.



No duerme nadie.



Hay un muerto en el cementerio más lejano



que se queja tres años



porque tiene un paisaje seco en la rodilla



y el niño que enterraron esta mañana lloraba



tanto que hubo que llamar a los perros para que callase.






No es sueño la vida. ¡Alerta!¡Alerta!¡Alerta!



Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda



o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.



Pero no hay olvido ni sueño:



carne viva. Los besos atan las bocas en una maraña de venas recientes



y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso



y el que teme la muerte la llevará sobre los hombros.






Un día



los caballos vivirán en las tabernas



y las hormigas furiosas



atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.



Otro día



veremos la resurreción de las mariposas disecadas



y aun andando por un paisaje de esponjas grises y bancos mudos



veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.






¡Alerta!¡Alerta!¡Alerta!



a los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,



a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente



o a aquel muerto que ya no tiene más que cabeza y zapato,



hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,



donde espera la dentadura del oso,



donde espera momificada la mano del niño



y al pie el camello se eriza con un violento escalofrío azul.






No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.



No duerme nadie.



Pero si alguien cierra los ojos



¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!



Haya un panorama de ojos abiertos



y amargas llagas encendidas.



No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.



Ya lo he dicho.



No duerme nadie.






Pero si alguien por la noche tiene exceso de musgo en las sienes,



abrid los escotillones para que vea bajo la luna



las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.






Rosa de la paz. Amaral.




miércoles, 10 de agosto de 2011

La aurora


La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladfran y devoran abandonados niños.
los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados:
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos y arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.
Canción: Bring me to life. Evanescence.

viernes, 5 de agosto de 2011

Los dos tejados



Dejé sobre la mesa un libro abierto,



boca abajo sus letras, a resguardo de mi alma.



Cuando volví me pareció el tejado



de una pagota china. En la casa de enfrente



también contra el tejado relumbraba la tarde



en el morado cielo, y se acababa el día.



En menos de un segundo tales sueños se me desbalataron, igual que tejas viejas,



pero no me importó. Desportilladas como esa jarra que usamos a diario



la estrella titilan. La interperie es un templo aún mejor, y doy las gracias.






Come undone. Mark Lanegan & Isobel Campell

miércoles, 3 de agosto de 2011

A Lucrecia , que llevaba un reloj en su sortija de casada


Vierte el tiempo Lucrecia, en esa copa que acabas de llenar hasta los bordes
y que él levantará, como un trofeo, brindando por tu amor.
Que él envecezca y no tú. Que se de cuenta de todo y no pueda hacer nada, que el veneno del tempus fugit corra por sus venas y le devore el cuerpo y el espiritu.
Y cuando en la sortija ya no quede rastro del tiempo, lléname la boca con el néctar sin horas en tus labios.

Marina. Adriana Calcahoto.

lunes, 1 de agosto de 2011

El lamento de Ophelia



Os presento un poema precioso que me cautivó escuchando Nombres de mujer de Buscando Leones en las Nubes, por cierto, como sé que lees esto, A gracias a ti por darme tu mano siempre, cuando lo he necesitado como amigo.



Recomiendo este programa, es precioso.



Espero que os guste.






Quise dártelo todo, mi principio



y mi fin, mi tortura y mi júbilo



mis mañanas de sol y mis noches de invierno.






Quise darte la alquimia de mi vientre,



con la que soy capaz de dar la vida



al espasmo que tú olvidas tan pronto.






Quise darte estas flores, este río.



Quise darte este cuerpo que se llevan las aguas.



Pero a ti te atrapó el trabalenguas de este mundo.



Te extraviaste con palabras malolientes.



como tus calzas y tu miedo amargo.



Y a ellas las amabas más que a mi,



por mucho que dañansen como úlceras



el último repliegue de mi espiritu.



¿Y que fue de mi pelo? ¿Y mis canciones?



¿ Y que fue de este cuerpo que se llevan las aguas?






Y ahora, quédate con tu infinito.



Te cedo la negrura de la noche



y el gusano que anida en todo entendimiento.



Te cedo el todo y la nada, la música de las estrellas perdidas.



Te doy la mano fría de esta aurora fría



y un mundo de palabras sin sentido.






Te doy la eternidad. Te doy el miedo.



Te doy la luna llena que me alumbra.



Dile adiós a este cuerpo que se llevan las aguas.






Canción: Ophelia. Natalie Merchant.