Bienvenidos...

Centro del mirar es un blog de poesía dedicado a fans del arte de la poesía y cuya motivación de paso a los más creativos.

Podéis mandar vuestras críticas o comentarios a:

umiko_sora@hotmail.com
Gracias.

viernes, 9 de septiembre de 2011

El tren de los heridos



A sólo unos días del aniversario del 11-S que acabó con casi 3000 vidas humanas, dejo un poema escrito por Miguel Hérnandez, profundo y sobre todo, muy apasional, la canción es también profunda en diversos sentidos. En fin, lo dejo todo para que pueda degustarse al gusto de los seguidores ;).









Silencio que naufraga en el silencio



de las bocas cerradas por la noche.



No cesa callar ni atravesado.



Habla el lenguaje ahogado de los muertos.









Silencio.






Abre caminos del algodón profundo,



amordaza las ruedas, de los relojes,



detén la voz del mar, de la paloma:



emociona la noche de los sueños.






Silencio.






El tren lluvioso de la sangre suelta,



el frágil tren de los dos que se desangran,



el silencioso, el doloroso, el pálido,



el tren callado de los sufrimientos.






Silencio.






Tren de la palidez mortal que asciende:



la palidez reviste las cabezas,



el ¡ay! la voz, el corazón, la tierra,



el corazón de los que malhirieron.






Silencio.






Van derramando piernas, brazos, ojos,



van derramando por el tren pedazos.



Pasan dejando rastros de amargura,



otra vía láctea de estelares miembros.






Silencio.






Ronco tren desmayado, enrojecido:



agoniza el carbón, suspira el humo,



y maternal la máquina suspira,



avanza como un largo desaliento.






Silencio.






Detenerse quisiera bajo el túnel



la larga madre, sollozar tendida.



No hay estaciones donde detenerse,



si no es el hospìtal, si no es el pecho.






Para vivir, con un pedazo basta:



en un rincón de carne cabe un hombre.



Un dedo sólo, un trozo sólo de ala



alza el vuelo total de todo el cuerpo.






Silencio.






Detened ese tren agonizante



que nunca acaba de cruzar la noche.



Y se queda descalzo hasta el caballo,



y enarena los cascos y el aliento.






- If she`s torn. Thindersticks.



- Kéle Mandi. Rokia Traoré.



- A thousand Kisses deep. Leonard Cohen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me recuerda, Iria,al poema ese que leyó A una vez por la radio, en memoria de los acontecimientos de las Torres Gemelas, que tan apasionadamente leyó.
Del libro de Frederico García Lorca, poeta en Nueva York, que tú también tienes.

"¡ay de mi, ay de mi!" era un pequeño fragmento, me ha recordado.

Un saludo.

Iria Costa dijo...

¡Hola!

¿También lo leiste? apasionante ¿verdad?, pero A lo hizo muy bien, aunque me gustaría que él escribiera un poco, alguna vez, jejje.

El poema que mencionas del libro, y que A leyó intensamente y apasionadamente se llama: Paisaje de la multitud que vomita (Anochecer de Coney Island), maravilloso ¿verdad?, lo publicaré por aquí más adelante.

Disfruta.

Un saludo.