Un día hace veinte o veinticinco años, tomé el metro en el Hotel le Ville. En el andén había un banco en el que estaba sentado un hombre que tenía a su lado cuatro o cinco libros. Leía. Los trenes del metro pasaban. Miré a este hombre, al que le interesaban solo sus libros y decidí pararme un poco. Me picó la curiosidad. Acabé acercándome y empecé una breve conversación. Le pregunté con amabilidad que hacía allí. Me contó que llegaba todas las mañanas a las ocho y media y se quedaba hasta las doce. Entonces salía una horita, para irse a comer. Luego volvía a ocupar su lugar y se quedaba en el banco hasta las seis. Acaba con estas palabras que nunca he olvidado: "Leo, nunca he echo nada más".
Y el otro texto que se leyó lo publico en forma de foto pero no está entero, recomiendo escucharlo en voz de creador del programa.
Un saludo.
Y ya que actualizo hoy el blog, quiero dedicarselo a una amiga muy especial en mi vida, mi Sonia Maria Gutiérrez, 6 años de bonita amistad y espero que dure siempre. Te quiero hermana.