
La sangre es una aurora que no soporta el día
y que alumbra tan sólo entre las sombras
de la carne encerrada, en el espeso bosque
de los huesos con ramas de venas y tinieblas.
La sangre es una luz que se ciega en la luz.
Si abandona sus cauces y traspasa la piel,
se desorienta, duda, equivoca sus pasos
y sin saber qué hacer, se va quedando quieta.
La sangre busca un norte entre lo oscuro,
en una sima en que ha hundido sus raíces
nuestro existir,
en el pozo abisal del corazón,
en esa niegra grieta.
- Annie lennox. The hurting time.
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