El atlas
Se alejaban los barcos cargados de tesoros
y el niño señalaba con mano desvaída
las regiones lejanas de nombres eufónicos,
suaves como versos de cadencia elegíaca:
Alejandría, Córcega, Tornea, mar de Banda,
Majach-Kala, Karat, Bengasi, Esmirna.
Regiones de las brumas y las tinieblas albas,
ciudades de los altos minaretes de oro
que en la imaginación entonces relumbraban
como gemas caídas de un cielo melancólico.
Trípoli, Yeros, Kemen, Bagdag, Adalia, Córdoba...
Detrás de aquellos nombres, ¿ que vida se ocultaba?
perdidos en la bruma glacial de la memoria
los barcos que zarparon duermen bajo las aguas
de Botnia, de Madràs, de la azul Etiopía.
6 comentarios:
Siempre pensando en viajar..aunque sea con la imaginación Iria, nunca dejes de soñar ;=)
Gracias... seguiremos viajando, vivan los viajes, el mar, las sardinas, el vino blanco, y las preciosas compañías :D
¿Verdad Iria que un corazón no se rompe? A ti te lo han roto muchas veces...
Si, bueno, en fin, aprendí a no confiarme tanto a la ligera de nadie.
Soy super fan de Sergio y de ti, pero super fan, que grande que os hayáis abierto el corazón mutuamente
Gracias....es el chico más bonito que entró en mi vida, mi monitor, mi amigo...lo kiero muchísimo.
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