De nuevo mi gran pasión por el haiku me ha echo dedicar otra página del blog. El haiku originario de Japón no es un poema fácil, lleva tres claves muy importantes:
Desafío: debes enfocar sensibilidad y mecanismos de percepción en las palabras.
Disciplina: siempre la misma (5-7-5)
Distinción: no es fácil ser original en el terreno del haiku, como no es sencillo dedicar horas en el gimansio a actividades deportivas para el mantenimiento de la musculatura (como hacemos Alejandro y yo)
En esta vida, nada es fácil, todo lleva su complicación, debido a la maravilla de sesión que hubo ayer en el taller de las conchas os dejo con algunos haikus procedentes del libro Haikus del mal amor de alumnos de 2 y 3 ESO del IES Clara Campoamor (Málaga).
Sobre el 11-M:
La cuna sola
el peluche no juega.
Sábanas limpias.
Araceli Aroca.
Arboles negros,
capital del dolor.
Madrid en lágrimas.
Ana Alcalde.
Sin pasajeros,
las maletas absurdas
por la estación
Soledad Cano
Despertador
roto. Mientras yo sueño,
la pesadilla.
Daniel McDyre.
Os animo a aquellos que escribís y cuya pasión es la escritura así como la lectura, a intentar crear haikus de diferentes temas. Yo tendré que pedirle ayuda a mi coordinador Raúl Vacas, porque no estoy muy segura de los versos.
Conseguiré este librito aunque Raúl ya lo tiene y puede dejármelo, de Lunes a Lunes o cuando quiera, pero me interesa que alumnos tan jóvenes hagan estas creaciones tan fantásticas.
1 comentario:
No es fácil, además no deben rimar los versos,seguro que te salen buenos a ti, Iria.
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